Las musas ya no me acompañan, odio el verano joder, lo odio, todo el mundo de vacaciones, no se que es tan fascinante. Quiero que llegue noviembre y los abrigos, quiero fumar con guantes y que mi pelo no vaya en coleta las 24 horas del día.
Hace siglos que no escribo, estaba muy acostumbrada a que me fuera fácil escribir sin pausa, llegaba a ser complicado convivir conmigo misma, todo lleno de papelitos con algo interesante que pulir.
Me prometí que este verano terminaría mi "nuevo proyecto" como estúpidamente lo llamo, y joder, por dios, no se me da nada bien. Es el verano, es el verano y mi cerebro, se han unido y os aseguro que es casi imposible decir, bah, mañana, mañana escribiré, aunque lo intento.
Y cuando es mañana y lo intentas te das cuenta que es una puta mierda, que hacía mucho tiempo que no te sentías así, como a los 15 años, cuando eras más mejor pero sin idea de como empezar a vivir. Sin duda echo de menos tener más sueños, o más nervios, o no se, al menos carecer del temperamento pasivo- agresivo que proyecto.
Hoy debería estar cubierta de vino, literamente, ¿HOLA? Parezco una jodida monja y no me pega nada. Y ahora diréis si leéis entradas anteriores... ¿No es lo que querías cacho perra? Os lo diré claramente, no se que cojones quiero, conmigo es todo o nada, no quiero repetirme, simplemente conmigo las reglas cambian cuando quiero, salvo la del sexo anal y el incesto, es algo con lo que no quiero jugar. Pero por lo demás la inestabilidad marca mi ritmo.
Quiero que me bajen los humos, aunque sea a hostias y de paso un soplo de inspiración, expiración.