domingo, 21 de junio de 2015
Sé que te molesto por las mañanas porque no paro de hacerte cosquillas. Te mordisqueo el cuello e intento de forma nada sutil que me hagas el amor. Tu juego comienza cuando me besas más bien para callarme que para otra cosa, y lo consigues, y consigues hacer que grite mientras estoy encima/debajo/al-lado de ti. No quiero que esto se acabe, me haces pasarlo tan mal, me gusta tanto la adrenalina de no saber cuando se va a acabar, me encanta tu sonrisa y la forma en la que me miras cuando me hago la despistada. Eres lo mejor que tengo.
martes, 16 de junio de 2015
martes, 26 de mayo de 2015
Ojala pudiera dejarte ir, se que no habría ningún problema por tu parte, no me preguntarías ni por qué, ni llorarías, ni me cogerías para no verme marchar. Ojala pudiera dejarte ir y dejar de desilusionarme, porque al lado de tu nombre está escrito a fuego que no soy lo primero para ti, me lo dejas claro cada vez que llegas tarde a verme o que simplemente no te habías planteado hacerlo aunque notes en mis ojos que te voy a echar un millon de veces de menos. Pienso en ti a cada momento. Ojala pudiera dejarte ir, se que no volverías a por mi, y eso me duele cada vez que te miro. Yo no te importo más de lo que te puede importar alguien con la que has compartido la cama, no me haces sentir especial, ni siento que sueñes conmigo. Cada vez que te veo termino con un desgarrón en el corazón al ver que nunca te has planteado quererme. Tu nunca respondes a nada de lo que te propongo, y me arde el pecho cada vez que callas. En serio, ojala pudiera dejarte ir y dejar de quererte en un segundo.
jueves, 7 de mayo de 2015
martes, 5 de mayo de 2015
Se qué soy una maniatica histérica que te reta cada día, a veces no soy justa, tu tampoco, reconócelo porque yo lo hago cada vez que me equivoco. Me haces feliz, aunque no como yo quiero, me quitas la respiración aunque se que me conformo con tu forma tan rara de no quererme. Mi cielo está incompleto porque le robaste un pedacito para tus ojos, y yo, como una tonta, te prefiero a ti que al resto.
miércoles, 29 de abril de 2015
Nunca había estado con alguien que me hiciera sentir tan poco especial, no siento que se apasione por mí, ni que se duerma pensando en mí. Seguro que con cualquiera X con la que me haya morreado en una noche tonta habrá pensado más en mí. Es exagerar, lo sé, pero siento que no entro ni en su menú. Y yo no puedo más si este más siempre resta com bien dice la canción.
domingo, 26 de abril de 2015
Todos tenemos nuestros propios demonios, todos tenemos miedo i/rracional a una situación, persona o sentimiento. Las mañana como esta hacen que los mios se esconda por un tiempo, hacíendome creer que estoy libre de ellos. Luego atardece, y mi tendencia a la oscuridad se cierne sobre mí hacíendome creer que todo lo que he hecho está mal. Luego pienso que nadie sufre por mí dolor y se me pasa un poco.
lunes, 13 de abril de 2015
Nunca me ha importado perder el tiempo, la verdad es que muchas veces lo he malgastado de mala manera. Y ahora es cuando cambia todo, no quiero irme, tampoco quiero quedarme, no se que quiero, y se que mi elección no será nunca la acertada. Tengo un poquito de miedo a que se acerque el verano, y entre el ardor y el dolor me encuentre sin la oportunidad de elección, si es que alguna vez la tuve.
jueves, 2 de abril de 2015
jueves, 19 de marzo de 2015
lunes, 2 de marzo de 2015
domingo, 22 de febrero de 2015
domingo, 15 de febrero de 2015
Cada vez que me separo de él es como si no lo fuera a volver a ver, el sabor amargo del beso de despedida me duele en el fondo del pecho, pero sonrío e intento no parecer preocupada. Se supone que no se va a ir, pero me han abandonado tantas putas veces que me hiere cada vez que lo pierdo de vista. ¿Como no me van a abandonar si hasta mi padre lo hizo? Esa mierda es la que retumba en mi cabeza cada vez que me abro a alguien más que de piernas. Ese sentimiento de rechazo y abandono me hace ser infeliz cuando no debería serlo. Cuando cae el muro me hacen añicos el corazón.
martes, 10 de febrero de 2015
domingo, 8 de febrero de 2015
jueves, 29 de enero de 2015
Desde que discutimos anoche no he sabido nada de él, supongo
que su orgullo no le dejará pedirme perdón por lo estúpido que fue. Es su
culpa, no la mía, o eso quiero creer. Enciendo un pitillo y me doy cuenta de
que es su paquete de tabaco, me da rabia porque ni siquiera fumamos la misma
marca. Me miro al espejo y chasqueo la lengua, me siento fea y le echo de
menos.
Escucho la puerta de la entrada, no puede ser más que él.
Efectivamente, abre la puerta y sus ojos chocan contra los míos. Hace una
mueca, la cual no puedo describir y entra a la habitación como si le importara
una mierda que yo estuviera ahí. Puto gilipollas.
- ¿Has cogido un cigarro? – Se enciende uno mientras me
evalúa.
- Si, lo he cogido. – Digo bajándome la camiseta para que no
me vea las bragas.
- ¿A ti no te importa nada verdad? – Esa pregunta me pilla
tan de improvisto que no se qué contestar, me limito a expulsar el humo por la
nariz, apago el piti y me levanto de la cama deshecha, no me gusta que me hable
así. – Contéstame.
Me coge del brazo y me tira hacía él, mi primer instinto es
apartarme y pero tenerlo tan cerca hace que mi estómago de un vuelco. Me aparta
el pelo de la cara con media sonrisa en la boca y me dice al oído lo guapa que
estoy. Eso me enfada y me agrada a la vez.
Pone su mano sobre mi muslo y doy un respingo, tiene las
manos frías. Lo miro y apaga el cigarrillo contra el cenicero.
- ¿Qué haces? – Le digo mientras que aparto su manaza de mí
y me dispongo a salir de la habitación.
- ¿Quieres cerrar esa boca de una vez? – Murmulla
atrayéndome hacía él. – Hazlo.
Me besa el cuello y mete su mano por dentro de mis bragas y
empieza a acariciarme, sabe perfectamente cómo debe hacerlo, despacio, sin
prisas, haciendo que mis piernas tiemblen cada vez que me toca el clítoris. Lo
miro a los ojos suplicándole que no pare, me mete dos dedos dentro de mi vagina
mientras me aprieta contra la pared, su cuerpo caliente bajo la camiseta hace
que me moje aún más.
- ¿Te gusta? – Me dice al oído. No quiero darle la
satisfacción de escucharme decir que sí. Me muerdo el labio e intento apartarme
de él. – Joder claro que te gusta.
Saca los dos dedos de mí y se los lleva a la boca, me
sonríe.
- Estás riquísima. – Se relame y me besa la boca, tirándome
a la cama. Me quita la camiseta y me deja en bragas, se levanta un momento para
observarme y sonríe. - Ojala no fueras tan venenosa.
Me limito a mantenerle la mirada, acto seguido se quita la
camiseta y se echa sobre mí, su peso contra mi cuerpo hace que
involuntariamente empiece a mover las caderas rozándome contra él, sus manos
inquietas me aprietan las tetas, su boca me muerde los pezones y miro al techo
intentando no parecer que me está encantando notar su boca bajando y bajando…
Me quita las bragas, están mojadas, como yo, comienza a
morderme los muslos por dentro, a veces me hace daño pero no suelto ni un
quejido… hasta que me comienza a lamer sin ninguna vergüenza mi coño, noto su
lengua mientras que sus brazos rodean mis muslos para que no me escape.
Comienzo a respirar fuerte, intento mantener la compostura pero ya la he
perdido en realidad. Le cojo del pelo y me mira, está divirtiéndose de lo
lindo, es un cerdo.
Sube hasta mi pecho y vuelve a entretenerse con mis tetas
hasta que sus ojos chocan con los míos.
- ¿Quieres que te la meta? – Su sonrisa burlona me hace
enfadar. - ¿Quieres o no?
Comienza a rozar su polla contra mi coño sin llegar a
meterla, consigue que sea un suplicio, me muerdo el labio y sin quererlo
comienzo a mover las caderas a su compás. Solo quiero que me la meta.
- Si.
Sin pensarlo dos veces me abraza y todo su peso cae sobre
mí, noto como entra, despacito, sin hacerme daño, comienza a moverse dentro de mí
mientras que me acaricia el pelo, mordiéndome el cuello, yo le rodeo con mis
piernas y comienzo a acariciarle la espalda, comienza a ir más rápido y mi
respiración se acelera.
Me pone a cuatro patas sin miramientos, y me la mete sin
piedad, coge mi pelo y me muerde la espalda, hace que de un respingo cuando
comienza a tocarme el coño sin compasión.
- Mira qué guapa estás cuando no hablas. – Me levanta la
cabeza tirándome del pelo y nos vemos los dos reflejados en el espejo de mi
tocador, me sonrojo sin quererlo, se da cuenta y me besa el cuello. – Eres
perfecta aunque no lo creas. Ahora quiero que me folles.
Cuando me deja llevar la iniciativa me desborda, pero actúo
en consecuencia, se acuesta en las sábanas húmedas y me siento sobre esa polla
tan bonita que tiene y comienzo a mover las caderas. Me las coge para marcar el
ritmo, sé que no puede evitarlo así que lo cojo de las muñecas y pongo sus
brazos contra la almohada, le gusta y me besa mientras que seguimos follando
frenéticamente hasta que comienza el inherente orgasmo cuando follo con él, me
corro encima suya mientras que el me sujeta de las caderas, echo mi cuerpo
hacía atrás y gimo sin quererlo, cierro los ojos y me echo sobre su cuerpo
tembloroso. No puedo respirar, lo tengo aún dentro de mí. Me susurra algo que
no logro entender, un chasquido de un mechero, el humo del Lucky Strike y su
beso en la mejilla hace que no quiera separarme jamás de él.
lunes, 19 de enero de 2015
lunes, 5 de enero de 2015
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