sábado, 3 de septiembre de 2011

He subido a la terraza a estar un rato con mi gatita maligna y he mirado hacía la tarde ya oscura... He sentido frío al sentarme en el suelo sucio y azul mientras que me recorría un escalofrío casi interminable, mientras que se me erizaba la piel, podía tocarme las piernas desnudas y notar lo heladas que estaban. 

Sin querer siempre pierdo el rumbo y termino pensando en miles de nuevas opciones ya inservibles, he tocado la lluvia convertida ya en un pequeño charco atrapado entre dos losas y me he acordado cuando probé por primera vez el tabaco, en ese mismo lugar, en esa misma postura, pero hace diez años atrás. No se por qué quise hacerlo, no tenía nadie que pudiera servirme como modelo ni facilidad para encontrar un pitillo. Pero lo hice, y como casi todo lo que he hecho en mi vida... ha sido impulsivo, por movimientos casi imperceptibles, confusión mezclada casi siempre con una gran máscara de indiferencia que no ha hecho nada más que darme problemas y ofrecer más desilusiones que sonrisas.

Mi gata se ha mojado la pata y no paraba de sacudirla, adorable se queda corto para lo bicho que es, inconscientemente he sonreído y me he sentido estúpida al verme con una sudadera y en bragas (en bragas siempre estoy en muchos aspectos de mi vida) en una terraza sin ningún atractivo, con un mono increíble y ganas de quizás volver diez años atrás y fumarme bien ese puñetero cigarro que tan raro me supo, raro que no desagradable.

Pixies - Where is my Mind?

1 comentario:

Ajel Carreño dijo...

Jo que chulo.

Oh - stop (...)

(...) Your head will collapse.

:)